Catedral de Barcelona

La Catedral de Barcelona, oficialmente conocida como la Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia, comenzó a construirse en el siglo XIII sobre una antigua iglesia románica, y su construcción se prolongó durante varios siglos, hasta completarse en el siglo XV. Este imponente templo gótico se alza en el corazón del Barrio Gótico de Barcelona y es uno de los símbolos más importantes del patrimonio histórico y religioso de la ciudad.

Con su majestuosa fachada, sus esbeltas torres y su impresionante claustro habitado por ocas blancas, la catedral refleja la solemnidad y la espiritualidad de la arquitectura medieval. En su interior se conservan valiosas capillas, vidrieras coloridas y el sepulcro de Santa Eulalia, patrona de Barcelona, cuya historia está profundamente ligada a la tradición cristiana de la ciudad.

Cada año, miles de visitantes acuden a admirar su belleza, recorrer sus naves silenciosas y disfrutar de las vistas desde su terraza. La Catedral de Barcelona no solo es un lugar de culto, sino también un testimonio vivo de la historia de la ciudad y de su evolución a lo largo de los siglos. Una visita imprescindible para quienes desean conectar con el alma gótica de Barcelona.